sábado, 6 de mayo de 2017

¿Huésped definitivo o huésped intermediario?

Muchas veces los términos huésped definitivo y huésped intermediario genera cierto tipo de confusión en los estudiantes de microbiología. Por eso antes de comenzar con el estudio de la dinámica de los agentes parasitarios, es mejor exponer la definición de estos dos conceptos.

El huésped en sí mismo, es el individuo que porta al parásito en cuestión y que le provee alojamiento sumado a condiciones óptimas para la subsistencia.

El huésped definitivo es aquel individuo que le brinda alojamiento al parásito en su forma adulta o en el que se produce la reproducción de las formas sexuadas del mismo.

El huésped intermediario es aquél en el cual no se desarrolla la forma adulta del parásito y solo presenta formas de reproducción asexual.

También existe el concepto de huésped accidental, que simplemente se define como el huésped en el que normalmente el parásito no se aloja y en el cuál no puede continuar su ciclo evolutivo porque las condiciones no son las adecuadas.

ciclo monoxeno y heteroxeno

Ciclos monoxenos


Los ciclos monoxenos son todos aquellos en los que no se necesita la presencia de un huésped intermedio para el desarrollo de la evolución del parásito. Son también llamados ciclos directos.

El ciclo monoxénico se subclasifica en corto o largo.

El ciclo monoxénico corto es aquel en el que la forma en la que se emite el agente patógeno, ya es capaz de infectar a otro individuo.

El ciclo monoxénico largo es aquel en el que la forma en la que se emite el agente patógeno, necesita del pasaje de tiempo en un lugar determinado del medio ambiente (por ejemplo suelo, o agua) para poder desarrollar la forma infectante.

Ciclos heteroxenos


Los ciclos indirectos o heteroxenos, son aquellos en los que existe necesariamente un huésped intermediario en el cual los parásitos en cuestión completan el ciclo evolutivo. Por lo tanto, terminan dependiendo de la presencia de este intermediario en el medio para persistir.