jueves, 27 de abril de 2017

Entamoeba histolytica

Dentro de los protozoarios, encontramos en el grupo de las amebas a uno de los agentes patógenos más comunes, Entamoeba histolytica. Tal como muchos protozoarios, puede ser encontrada en la vida de dos formas:
  • Trofozoito
  • Quiste
Quiste

El quiste es una forma de aislamiento que tienen varios patógenos, que les permite disminuir su actividad metabólica al mínimo para subsistir en un ambiente completamente letal para ellos. Generalmente se encuentran recubiertos de una pared gruesa que aisla la parte vital del exterior.

El quiste se convierte así no solo en su forma de subsistencia sino también en la forma infectante. Es gracias a la ingesta de estos que luego el parásito puede desarrollarse en el ser humano.

Entamoeba histolytica tiene un quiste que es resistente a la cloración del agua. Con una pared gruesa, redondeada encerrando a un centro con 4 núcleos o menos.

Trofozoito

Los trofozoitos por su parte, son la forma vegetativa, activa del parásito. En el caso de Entamoeba histolytica, suele medir entre 20 a 50 micrómetros. Y muchas veces puede diferenciarse dentro de lla células eritrocitarias que han sido fagocitadas. Su núcleo es excéntrico, su cariosoma es central.

Con respecto a la morfología, por la cual podría llegar a distinguirse este parásito con técnicas microscópicas, no hay que dejar de tener en cuenta que por sus características idénticas puede ser confundido con E. dispar y E. moskovskii. Dos parásitos que no son patógenos para el ser humano.
Por tal motivo, muchas infecciones que son consideradas "asintomáticas" en realidad, no son realizadas por E. histolytica sino por estas dos recién mencionadas.

Patogenia de E. histolytica

En el hombre la ingesta de agua o alimentos contaminadas con quistes de E. histolytica abre el ciclo de la infección. El quiste se considera la forma infectante.
Cuando el quiste de E.histolytica llega a la zona del estómago la exposición al ácido clorhídrico y la consecuente baja del pH, sirve de estímulo para el comienzo del proceso de exquistación.

Finalmente la liberación del trofozoito se realizará a nivelel duodeno. Este trofozoito se adapta mejor a ambientes con contenido pobre en oxígeno. Por lo tanto, gran parte del desarrollo de la parasitosis depende también de este factor. Cuando llegan a un ámbito propicio, el mismo puede adherirse a las células mucosas gracias a una proteína de adhesión que tiene la característica de poder ser inhibida con galactosa. La consecuente división celular por fisión binaria aumenta la población.

Estos nuevos ejemplares se adhieren a nuevas células de la mucosa. Generan la aparición de citoxinas que promueven el daño del tejido. A tal punto que comienzan a existir lesiones ulcerativas que tienen la característica de poseer forma de matraz o "pico de botella"". Éstas úlceras pueden servir como vía de entrada del parásito al torrente sanguíneo y diseminarse hacia otros tejidos.

También puede ser una puerta a la infección secundaria de algún agente bacteriano.
Lo más común es que si la amibiasis se extiende a otros órganos, que el principal afectado sea el hígado, generando abscesos en el parénquima del lóbulo derecho, preferentemente.

Por otro lado, las úlceras pueden servir de punto de fuga de sangre. Y la inflamación general aument la producción de mucus. Por lo cual el paciente presentará una diarrea sanguineolenta con mucus llamada disentería.

Tipos de presentación del cuadro

Como se vio en el apartado anterior. Las posibilidades de presentación del cuadro clínico por E. histolytica son principalmente tres:

  • Asintomático
  • Amebiasis intestinal
  • Amebiasis extraintestinal
El diagnóstico de este parásito se puede determinar por el examen microscópico de las heces. En caso de heces frescas podría buscarse la existencia de trofozoitos. De lo contrario, tendrá que realizarse un seriado de muestras de materia fecal para buscar los quistes.

La amebiasis extraintestinal, suele cursar con poca eliminación de quistes por las heces, sin embargo el diagnóstico puede realizarse también gracias a la realización de imágenes, obtención de muestra de abscesos o también por hallazgos serológicos.